jueves, 28 de marzo de 2019

viernes, 15 de marzo de 2019

Conclusión.

Posted by Nancy Méndez on marzo 15, 2019 with No comments

Se puede llegar a la conclusión de que el acoso escolar no es un juego, cada día van aumentando
la cifra de niños acosados por otros niños y no solo eso, sino que también ahora gracias al ciberbullying,
los niños pueden ser molestados desde su casa, se debe de prestar atención por parte de los padres sobre
lo que hacen sus hijos en las redes sociales, y si su hijo resulta ser el agresor no dejarlo pasar y darle un
castigo para que no lo vuelva a ser, pero si tu hijo es el que sufre del acoso inmediatamente actuar y
hablar con los padres y la escuela donde se encuentra el niño. El bullying no es solo un “juego” de niños,
se tiene que detener esto, no más.

Contenido

Posted by Nancy Méndez on marzo 15, 2019 with No comments
Primero que nada definamos lo que significa. Se define la conducta bullying como la violencia mantenida,
física o mental, guiada por un individuo en edad escolar o por un grupo y dirigida contra otro individuo
también en edad escolar que no es capaz de defenderse a sí mismo en esta situación, y que se desarrolla
en el ámbito escolar. En este tipo de conductas están implicados: el agresor, el agredido, el grupo de los
propios escolares, la propia institución (profesores, equipos psicopedagógicos y equipos directivos) y las
familias (la del agresor, la del agredido y las asociaciones de padres).
El bullying es un tipo de trastorno que se puede incluir en alguna de las tipologías descritas por Terr para
el trastorno de estrés postraumático en la infancia, en concreto en el tipo II o crónico y en el tipo III o
mixto (crónico con fases de reactivación aguda). Estudios longitudinales relacionan la asociación entre
haber padecido bullying en la etapa escolar y la posibilidad de estar incluidos en fenómenos de mobbing,
la mayoría de las veces como acosado laboral. ( R.Rodríguez Piedra A.Seoane Lago J.L.Pedreira Massa)
Autora: Valeriy Osipov.
   Por otra parte, hay que añadir que cuando este fenómeno va más allá de las aulas y se hace uso,
inapropiado, de la tecnología para incentivar este tipo de acoso, se pasaría a hablar, además, de
cyberbullying; fenómeno que se remonta al año 2000, ya que los primeros en utilizar esta expresión
fueron Finkelhor, Mitchel, y wolak (citados en Ortega, 2010), en su informe para la Nation’s Youth,
en el que analizan los riesgos de internet para la población juvenil (p.190). Por ello, se hizo necesaria
su conceptualización y Carballo, Malhdavi, Smith y Tippet (2006, citados en Ortega, 2010), definen el
cyberbullying como “un acto agresivo e intencional, utilizando formas electrónicas de contacto,
desarrollado por un individuo o un grupo de forma repetida y mantenida en el tiempo sobre una víctima
que no puede defenderse fácilmente por sí misma”. Finalmente, a través estas definiciones, se puede
observar el peligro que este tipo de comportamiento tiene para el alumnado, ya que perjudica el
período de su infancia, de juventud y marca sus vidas para siempre. También es un problema que
sufren tanto el profesorado como los padres. Por ello, hay que eliminarlo de los centros escolares y de
la sociedad.
Resultado de imagen para ciberbullying ccAutor:Highness Magazine

     Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014) y Naciones Unidas (2014), cada año se
suicidan en el mundo alrededor de 300 mil adolescentes entre 14 y 28 años, en relación con el bullying,
siendo los países europeos, los más golpeados por este fenómeno, al contabilizar alrededor de 200 mil
suicidios por año. También se debe dejar constancia, de que al igual que sucede lo anteriormente
narrado, en muchos de los casos, hay niños/as que sí saben cómo afrontar la situación y logran ponerle
fin. (Ruiz Palenque, Jessica).
Autora: